Hace tiempo no tengo alguna conversación de chicas. Usualmente cuando tengo algún conflicto emocional, sexual o mental, corro con mis amigos. Los hombres. Ellos tienden a ser tan prácticos que la verdad, como crecí con hombres, mis arrebatos no son muy girlies que digamos. Así que, volviendo al tema ¿ de qué hablamos las chicas? Cuando hablamos de sexo qué decimos. Puedo hablar por mí y decir una cantidad de guarradas, pero entre ellas van grandes verdades: Las chicas no podemos con sinceridad despegar el amor de lo sexual y lo sexual del corazón.
Y si llegamos a hacerlo, siempre hay dudas, molestias o angustias: ¿por qué no me habló? ¿me quiere? no fue tan frío ¿por qué fue frío? ¿acaso sólo es sexo? pues que se vaya a ching... a su madre, incluso hasta se puede llegar a checar su horóscopo zodiacal con el afán de encontrar respuestas y al final dices después de un tremendo huracán: Yo no los necesito. Y luego chillas o andas de mal humor.
No es que excluya a las mujeres lesbianas, simplemente soy straight, y me interesa saber ese aspecto, pero se aceptan todo tipo de comentarios, encantadísima.
Hola!!...
ResponderEliminarMuy buena tu entrada, opino que los hombres si influyen mucho en nosotras, y definitivamente no podemos separar el sexo del amor...Pero considero que a la mínima grosería deberíamos borrarlos del mapa aunque nos duela, o acaso merecemos ser tratadas así?...Hay que amarnos primero a notras mismas...Saludos!!,..Dalia Lozano
Hola, Dalia. Aquello que es, es lo que tenemos, aquello que es no hay necesidad de borrarlo del mapa, aquello que es, de qué manera influye y nosotras de qué manera influímos en él. Si borrase a todos lo hombres groseros, sólo podría hacerlo mostrándoles cómo y de qué magnitud es su grosería, no que los cambie, sino mostrar lo que es con respeto. Porque la canasta de manzanas groseras y podridas un día se derramará contaminándolo todo. Antiheroína, no, simplemente aún creo que los chicos piensan y sienten como individuos, tal como yo. Saludos y me agrada tu punto de vista :D abrazos
ResponderEliminarNo merecemos ser tratadas de manera grosera, como comenta Dalia, pero admitámoslo: ahí seguimos muchas veces. Los justificamos, nos culpamos, los perdonamos.
ResponderEliminarLo que los hombres dicen de nosotras nos influye y ahí estamos pensando qué hacer para que ellos piensen tal cosa. Y creo ese es nuestro error: actuar siempre para agradarlos a ellos.
que descripción de este mundo egoísta y vanal, en el que lo inmediato y superficial impera sobre lo verdaderamente importante.
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